miércoles, 21 de octubre de 2009

Déficit Público – 3 Consolidación fiscal.


El deterioro del déficit público en periodos de crisis conlleva un aumento de la deuda pública que corre el riesgo de alcanzar niveles insostenibles. Ante los primeros síntomas de estabilización económica se hace pues necesario empezar a planear la corrección fiscal. Cuándo implementarla, hasta qué niveles, y cuáles son las alternativas para reducir el déficit, son tres preguntas clave en todo plan de ajuste.

Los déficits fiscales elevados y continuados en el tiempo imponen una trayectoria de expansión del endeudamiento público que puede ser insostenible. Por este motivo l organismos como por ejemplo el FMI, la Comisión Europea o el propio Banco Central Europeo (BCE), insisten en su preocupación por los actuales déficits fiscales. Si bien éstos se explican por la intensa recesión global, se emplaza a los diferentes países a tener en cuenta la sostenibilidad de las finanzas públicas, pues a medio plazo existe el riesgo de un grave deterioro del perfil crediticio.

La capacidad de crecimiento de cada país y las perspectivas de envejecimiento de su población, entre otras particularidades, determinarán el nivel soportable de deuda. Así, una economía con una alta capacidad de crecimiento, a tasas superiores al tipo de interés que paga por su deuda, puede permitirse mantener niveles más elevados de deuda y, por tanto, no necesitará un ajuste tan fuerte. De la misma manera, las perspectivas de envejecimiento de la población precisan de una mayor corrección fiscal, pues el gasto público aumentará en el futuro. (Pensiones, Sanidad, Dependencia…) .En los países de la eurozona, el ajuste fiscal también vendrá guiado por las condiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que fija un límite sobre la deuda del 60% del PIB.

Los Presupuestos para 2010 contemplan un aumento sin precedentes de la deuda pública. El Tesoro prevé emitir 211.500 millones de euros en términos brutos. La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas ascenderá al 62,5% del PIB, violando así el límite que impone la UE (60%).


En el caso de España, vamos a cerrar el ejercicio de 2009 con una deuda pública estimada del 55% i un déficit entorno al 11%. Para los años 2010-2011 nuestra deuda pública alcanzará estimativamente el 65%. Estabilizar la deuda en el nivel requerido máximo del 60% en 2015 exigiría un ajuste gradual del déficit hasta alcanzar un saldo fiscal cercano al 0% en 2015, lo que implicaría pasar de un déficit primario (o neto de intereses) algo superior al 9% en 2009 a un superávit primario del 3% en 2015.

Una vez hemos definido el nivel máximo de deuda como objetivo del Estado y el tiempo en que deberemos ajustarlo deberíamos plantear como cuadrar las cuentas. Las vías son esencialmente dos: aumento en los ingresos públicos o reducción en el gasto.

El inicio del ajuste fiscal debe venir determinado por las circunstancias de cada país. Así, por ejemplo, aquellas economías que partan con un nivel de deuda más reducido tendrán un mayor margen para retrasar su corrección fiscal. La consolidación fiscal también debe estar ligada al retorno a la normalidad de las economías, ya que empezar el ajuste demasiado pronto, como hizo Japón en los años noventa, podría provocar una recaída.

En España está previsto para Julio de 2010, basado en la tesis de que en la segunda mitad de 2010 empezará la recuperación del crecimiento económico.

Recordad el post de Agosto.....ya nos lo decía Rubini.

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